Amparo de Flórez Montero de Espinosa
DEHESASAS, CUATRO ESTACIONES
Este cuadro, realizado al óleo, representa un paisaje de campo abierto con suaves tonalidades verdes y cielos despejados. Su estilo evoca el impresionismo, destacando por el uso de pinceladas sueltas y rápidas que crean una sensación de movimiento en la vegetación. Las texturas difusas y las transiciones de color sugieren una atmósfera tranquila y natural, capturando la luz y el ambiente con delicadeza. Los árboles al fondo, ligeramente borrosos, aportan profundidad a la escena.
Técnica de óleo sobre lienzo. El artista ha utilizado una paleta de colores cálidos, principalmente tonos verdes y amarillos, para representar un paisaje natural, destacando lo que parece ser una retama en flor. El uso de pinceladas cortas y sueltas da un efecto de textura y movimiento, evocando el viento que atraviesa las hojas y flores. La mezcla de colores es suave, lo que sugiere una iluminación natural y difusa. Los árboles en el fondo están menos definidos, lo que ayuda a enfocar la atención en la vegetación en primer plano. Esta técnica captura de manera impresionista la luz y el color del entorno.
ÁFRICA
Esta obra al óleo presenta un estilo realista con toques impresionistas, caracterizado por pinceladas suaves que capturan la luz y el ambiente del paisaje. Los elefantes, aunque detallados, no son hiperrealistas, lo que permite que el enfoque esté en la serenidad y vastedad de la sabana. Los colores cálidos y terrosos dominan la composición, contrastando con un cielo claro que se extiende hacia el horizonte. El juego de luces y sombras en la hierba aporta profundidad, mientras que la disposición en fila de los elefantes crea una sensación de movimiento pausado y armonioso en la naturaleza.
URBANA
El estilo pictórico es impresionista, con pinceladas suaves y sueltas que capturan la esencia de la escena, más que los detalles precisos, brindando una sensación de movimiento y vida urbana.
La pintura presenta un estilo impresionista, donde predominan las pinceladas sueltas y los colores suaves, creando una atmósfera natural y relajante. El paisaje retrata una pradera verde con árboles al fondo, bajo un cielo despejado. Las formas no están delineadas con precisión, lo que da una sensación de movimiento y espontaneidad, enfatizando más la luz y el color que los detalles específicos. La técnica empleada parece enfocarse en transmitir la serenidad del entorno rural, capturando la esencia de la naturaleza con una paleta de tonos verdes y azules.
El mural al óleo pintado sobre la superficie de una puerta recrea un paisaje natural con árboles que parecen olivos dispersos en un campo florido. La escena está envuelta en una atmósfera tranquila y suave, con colores pastel que predominan, como verdes claros, lilas y tonos suaves de azul y blanco. El cielo está ligeramente nublado, con pinceladas ondulantes que añaden textura y dinamismo al entorno. Los árboles, con sus troncos estilizados y ramas finas, se mezclan con el fondo, sugiriendo un día ventoso. La obra transmite serenidad, integrando la naturaleza en un espacio doméstico de manera artística y funcional.